¡Mi suculenta se ve rara!

Has recibido un regalo muy original y único como nunca antes: Una hermosa suculenta azulosa con hojas que dan ganas de comerse a mordiscos. Cada hoja es perfectamente formada y todas en conjunto configuran una planta perfecta como si estuviese esculpida en el jade más fino por el artista más detallista y pulido. La dicha dura alrededor de una semana, máximo dos. De repente, tu preciada hijita comienza a perder la cautivante belleza que la caracteriza. Sigue siendo bonita pero no tanto… ¿Pero cómo así? ¿No se supone que las suculentas son especies “muy resistentes”, no requieren agua y las puedes poner hasta dentro de tu armario, horno o nevera?

A continuación, me permito mostrarte cuatro síntomas comunes y sus posibles soluciones al tener suculentas en casa.

1.La suculenta comienza a perder su forma, se ve alargada y se orienta hacia un lado: Este tipo de plantas son originarias de ambientes semidesérticos. Por lo tanto, la mayoría de las suculentas (Ojo, no todas las especies), necesitan recibir una buena cantidad de luz solar durante el día. Evita colocarlas en lugares poco iluminados o con luz natural aparentemente abundante (Hay lugares que para nosotros son bien iluminados, pero para las suculentas, dicha luz es insuficiente) Procura ubicarlas al pie de las ventanas que reciban la mejor luz durante el año y gíralas de vez en cuando para que todos los lados de la planta se bañen de sol y así evitar que empiecen a torcerse buscando la luz. Si pueden recibir iluminación natural cenital (Desde arriba) bajo una marquesina transparente, mucho mejor.

2. La suculenta se empieza a enrojecer: Es una reacción natural de la mayoría de estas plantas. básicamente es un mecanismo de defensa que tienen cuando el sol que reciben de demasiado fuerte y hay poca humedad en el ambiente. Si esto ocurre, aléjala un poco de la ventana o ponla en un lugar menos iluminado por algunos días y rocíala con un poco de agua (¡pero sólo un poco!)

3. Mi suculenta se ve como una uva pasa (de lo seca): No siempre la instrucción de regarla cada 15 u ocho días es cierta. Todo depende del ambiente donde la planta se encuentre. Un truco que a mi parecer funciona muy bien es el siguiente: introduce un palillo de madera en la tierra hasta el fondo. Si este sale sucio es que aún no necesita riego. Si sale limpio significa que la tierra está totalmente seca y necesitas regarla nuevamente.

4. La suculenta pierde hojas prematuramente o se está poniendo negra. Es probable que sus raíces se estén pudriendo por exceso de agua. Recuerda que las suculentas son plantas que almacenan agua en sus hojas y que por lo tanto necesitan menos agua que otras especies. Una solución es sacarla y aplicar canela en polvo a sus raíces. Déjala un par de días fuera de la tierra y vuélvela a sembrar en un sustrato seco y con buen drenaje mezclando una parte de arena y una parte de tierra seca.

5. La suculenta tiene unos bichitos blancos como de algodón: Es una infección muy frecuente en estas plantas. Se denomina cochinilla algodonosa. Ocurre cuando hay poca ventilación en el espacio o se contagia de una planta a otra. Puedes eliminarlos limpiando la planta entre sus hojas con ayuda de un copito de algodón empapado en alcohol. Procura eliminar las hojitas secas inferiores de la suculenta. Esto evitará que proliferen infecciones e insectos que afecten la planta.

Espero que estos consejos te hayan sido de utilidad. ¿qué otras soluciones conoces respecto a estos y otros problemas? Y recuerda la jardinería es cuestión de ensayo y error pero sobretodo de mucha paciencia. No dudes en escribirme.

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